Hay días en que uno se levanta y encuentra noticias agradables como esta, que parecen sacadas de una película. Los últimos informes epidemiológicos parecen indicar que la batalla contra la dracunculosa, el "gusano de guinea", va en camino de conseguir que esta enfermedad sea la segunda eliminada de la faz de la tierra (la primera fue la viruela en 1980).
La dracunculosa es provocada por un gusano parásito que se desarrolla en el interior del cuerpo del enfermo y que puede crecer hasta alcanzar los 80 centímetros. El gusano suelta sus larvas en contacto con el agua y estas, al ser ingeridas, conducen a una nueva infección en nuevos huéspedes. La enfermedad ha registrado un descenso de 3,5 millones de casos repartidos entre 21 países africanos en 1986 a apenas 391 casos en 2012 concentrados (menos cuatro) en un sólo país (Sudan del sur). Según
un artículo en el periódico Le Monde los esfuerzos combinados de varias ONG y agencias de desarrollo en el marco de la cooperación internacional serían los principales artífices de este éxito. Con un coste total hasta el momento de 285 millones de €, la campaña contra la dracunculosa podría concluir hacia 2015 con la erradicación de la enfermedad.
El hecho de que la dracunculosa sea una enfermedad que afecta principalmente poblaciones en situación de extrema vulnerabilidad, es decir, "una enfermedad de pobres", es especialmente relevante. Así, las situaciones de debilidad generadas por la enfermedad estarían en el origen de la exposición de poblaciones enteras al efecto de hambrunas y problemas nutricionales graves. De hecho la enfermedad es popularmente conocida como "la enfermedad de los graneros vacíos".
La noticia en Le Monde
La noticia en The Washington Post
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