Leía ayer este
artículo sobre la escasa presencia de la informática en la cooperación para el desarrollo. Algunas conclusiones son un tanto optimistas o, en el mejor de los casos, inocentes -decir que
"a más informática menos corrupción" es bastante chocante en el mundo de los paraísos fiscales offshore-. Aún así es uno de esos artículos interesantes, más allá del contenido, por la temática. Así, la importancia de los sistemas de información para la toma de decisiones es clave para el éxito de la administración pública en resolver los problemas inherentes al desarrollo y aún así la implementación de estos sistemas ha tenido una presencia marginal en la cooperación para el desarrollo, a pesar de su efecto multiplicador.
Por otro lado choca la escasa presencia de las ONG en la arena política que suponen las tecnologías de la información vinculadas al software libre y al copyleft. Es curioso que, acostumbrados al discurso de la sostenibilidad en todas sus dimensiones (económica, ambiental, social y cultural), la libertad de desarrollar sistemas informáticos propios, con todo lo que ello conlleva a nivel de formación de desarrolladores, reciclaje de equipos, etc.. esté tan poco presente en la agenda de la cooperación en general y de la cooperación española en particular.
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